A la hora de utilizar un sistema de retención infantil para nuestro peque, desconfía de los dispositivos de segunda mano o de aquellos que se ofertan en páginas web de compraventa entre particulares y más aún si son dispositivos que se van a usar desde el nacimiento de los peques.
Recuerda que en los 4 primeros años de vida de tu hijo es cuando más frágil es su cuerpo, ya que el mismo se está formando, lo que se traduce en mayor riesgo de lesiones en caso de siniestro vial. Por ello te recomendamos que, en este tramo de vida de tu hijo, dispongas para él un sistema de retención infantil a contramarcha adquirido en un centro especializado y concienciado con la seguridad de los más pequeños donde trabajen con el Protocolo API : Asesoría, Prueba e Instalación.
¿Y cuáles son los inconvenientes de usar un sistema de retención infantil de segunda mano?
Para empezar, el dispositivo de seguridad infantil tiene una vida útil máxima que marca su fabricante, una especie de fecha de caducidad. Según el material del que esté fabricado, la vida útil será de entre 5 a 10 años. A pesar de las buenas intenciones familiares, recibir en donación la silla que usó tu sobrino (si, ese que ya es mayor de edad) no es una buena idea.
A veces “heredamos” o adquirimos de segunda mano sistemas de retención infantil que carecen de elementos de seguridad o que los mismos están muy desgastados o degradados con el uso, lo que se traduce es una brusca reducción de la seguridad del sistema. Por ejemplo, encontramos sistemas que vienen con el material de absorción roto (para entendernos mejor…el corcho que va debajo de la funda de la silla) o, y este es un caso bastante más grave, sillas que son para recién nacidos y no tienen los reductores para que se pueda usar con un bebé de días, provocando que los arneses queden con mucha holgura sobre el cuerpo de un recién nacido, lo que va en contra de su seguridad.
Silla de coche " En condiciones aceptables" segun el anuncio del Portal de Segunda Mano
Normalmente al heredar o adquirir la silla de segunda mano, esta carece de las instrucciones para su correcta instalación. Como norma general y para mayor seguridad de nuestros pequeños, la silla debería ser instalada o explicada su instalación por un profesional, más aún en el caso de un recién nacido, para que la silla lleve el reclinado adecuado para evitar que, por ejemplo, una vez dormido el bebé, se la caiga la cabecita hacia adelante.
Comprar una silla de coche de segunda mano sin conocer la vida que le han dado a dicha silla es muy peligroso: si ha estado mucho tiempo expuesta al sol, hecho que degrada muchísimo los materiales, desconoces si ha estado implicada en un siniestro, ect.. (todos los fabricantes de sillas en sus manuales indican que las sillas implicadas en un siniestro vial deben ser siempre cambiadas. (por ejemplo, por haberse roto el corcho blanco, que es el material que encarga de absorber la energía que se disipa en el siniestro, impidiendo que pase al usuario de la silla, pero sólo puede hacerlo una vez, no siendo eficaz en posteriores accidentes) Entre los daños que puede tener un sistema de retención infantil tras un siniestro vial encontramos:
Daños no visibles en la estructura interna (microgrietas)
Daño en los anclajes
Daño en los cierres y broches
Deformaciones internas
Tensiones en el plástico
Sistemas de retención infantil que iban en el coche siniestrado de la foto
Además, hay que recordar que, por ley, como dicta el artículo 117.4 del reglamento general de circulación: Los sistemas de retención infantil se instalarán en el vehículo siempre de acuerdo con las instrucciones que haya facilitado su fabricante a través de un manual, folleto o publicación electrónica. Las instrucciones indicarán de qué forma y en qué tipo de vehículos se pueden utilizar de forma segura. Dicho de otra manera, la silla NO se instala ni a intuición, ni como me ha dicho mi cuñado ni como a uno la da la gana. Incumplir este precepto legal lleva aparejada la correspondiente denuncia de 200€ y retirada de 4 puntos de carnet.
Y siendo el sistema de retención el único producto de puericultura obligado por ley hasta que nuestros hijos midan 135 cms (artículo 117.3 rgc), deberíamos darle la importancia que tiene por la seguridad de nuestros hijos. A veces las familias hacen un “master” en que carrito comprar, en que mochila de porteo vamos a llevar a nuestros hijos, si la cuna debe ser de colecho o no…cuando lo UNICO que le va salvar la vida en caso de sinestro vial, va a ser que nuestro peque viaje en una silla segura y adecuada (recuerda que como mínimo hasta los 4 años, debe ir A CONTRA MARCHA)
Y, por último, hacemos mención a una nota informativa publicada por la Asociación Española de Seguridad Vial Infantil:
AESVI ha solicitado que, desde septiembre de 2024, cuando ya esté prohibida la venta de Sistemas de retención infantil de normativa R-44 en los comercios, también se prohíba la compraventa entre particulares de sistemas de retención infantil de normativa R44
(Según ha confirmado el Ministerio de Consumo tras una consulta realizada por la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVI), a partir del 1 de septiembre de 2024, queda prohibida la compraventa de sistemas de retención infantil de segunda mano incompatibles con la normativa de homologación vigente desde ese momento: la UN R129. Por lo tanto, en el momento en que los puntos de venta no puedan comercializar las sillas R44, también se prohibirá la venta entre particulares.
En este punto, cabe recordar los riesgos que supone la reutilización de sistemas de retención infantil, ya sean homologados bajo la normativa R44 o la R129/i-Size, especialmente si se desconoce su historial. Es posible que esa silla se haya visto implicada en algún accidente, lo que podría comprometer la seguridad del niño en caso de sufrir una nueva colisión. A simple vista nos puede parecer que la silla está impecable, pero el impacto puede haber ocasionado microgrietas difíciles de detectar que modifiquen la respuesta en caso de accidente. Además, no sabemos qué uso ha recibido el producto por parte del anterior propietario ni en qué condiciones ha sido almacenado.
Fuente: www.matiasmasso.com