Lo vemos todos los días. Sólo tienes que encender tu teléfono móvil y acceder a cualquier red social y allí los tenemos. A veces son personas anónimas, pero otras veces, son lo que se denomina Influencers. Y allí están, sin mostrar ningún tipo de respeto por la seguridad y educación vial, mostrando muy poca empatía con el resto de usuarios de la vía, con su propia persona y a veces, hasta poniendo en peligro la vida de sus hijos.
¿Por qué lo hacen? ¿Qué les motiva realizar esas acciones que atentan contra la seguridad vial en todos sus ámbitos, grabarlas y subirlas a las redes sociales poniéndose en peligro ellos mismos o al resto de personas que circulan por la red viaria?
Con la ayuda de tres expertos psicólogos de reconocida experiencia en nuestro país, vamos a intentar explicar este tipo de acciones.
En este artículo vamos a diferenciar tres tipos de actuaciones que podemos ver casi a diario en redes sociales:
La primera cuestión que le hemos planteado a nuestros expertos en psicología es que lleva a una persona (joven, la mayoría de los casos), a grabarse haciendo una conducción temeraria, ilegal, a gran velocidad, ect…y subirlo luego a las redes? ¿Que pueden buscar realmente? ¿Son conscientes, en ese momento, del peligro que pueden generar?
Para Nuria Pérez, psicóloga responsable del departamento de víctimas de tráfico en Aesleme (Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal) “los adolescentes por sus características relacionadas con la edad, buscan experimentar y necesitan situaciones con un determinado riesgo. La inmadurez de su sistema de autocontrol influye en como toman las decisiones y en cómo perciben esos riesgos. Las tecnologías están muy presentes en su vida y es la manera que tienen de interactuar con el entorno social. El realizar esa conducta de riesgo como es grabarse con el móvil en un coche, es porque a pesar de que puedan ser conscientes del riesgo que asumen, le dan más peso a la recompensa, van a ser bien vistos por sus pares porque ellos tampoco lo ven mal, adquiere una connotación positiva”
Javier Martín Jaramillo es psicólogo y ejerce su trabajo en la Provincia de Cádiz, desde su gabinete en la Clínica Terapéutica Gaman. Sobre esta cuestión, para él: “la conducción temeraria de muchos youtubers, grabándose y poniendo en peligro sus vidas, la de las personas que le acompañan y la de otros conductores, la podemos recurrir a una posible explicación relacionada con la química cerebral que se produce en el sistema de recompensa dopaminérgico”.
La dopamina es un neurotransmisor, un mensajero químico del cerebro. Se conoce habitualmente como la hormona de la motivación. Esta molécula se produce en la sustancia negra y en el área segmental ventral, dos regiones del cerebro situadas en su zona central, debajo de la corteza cerebral (zona subcortical). Entre sus funciones se encuentran la motivación, el control motor y la regularización del estado de ánimo, todos ellos vitales en el día a día.
La dopamina es uno de los 12 transmisores principales y esenciales para el adecuado funcionamiento físico, emocional e intelectual de nuestro organismo
Debemos tener en cuenta las principales funciones de la dopamina:
- Motivación y refuerzo
- Regularización del estado de ánimo
- Control motor
- Involucración en la toma de decisiones, aprendizaje y en el deseo.
Javier Jaramillo hace especial hincapié en como la dopamina tiene que ver en la regularización del estado de ánimo: “Tiene mucha importancia en la toma de decisiones y el deseo. En la regularización del estado de ánimo, la dopamina está asociada a aquellas sensaciones positivas que producen placer, bienestar, alegría o euforia. Esto conlleva un arma de doble filo, la dopamina motiva a buscar o realizar actividades agradables, pero también puede conllevar a adicciones. Por otro lado, esta sustancia pide emociones fuertes, experiencias que se consideran de riesgo (tirarse en paracaídas, las atracciones de feria, circular a gran velocidad, hacer puenting…). Estas situaciones producen picos altos de esta molécula dando paso a una sensación posterior de relajación y bienestar.
Estar implicado en un siniestro vial por una conducción temeraria puede llevar consigo la pena de prisión de 6 meses a 2 años (que se verá incrementada en caso de que dicha conducción acabe con lesiones o fallecimiento de una persona) así como la retirada del carnet de conducir de 1 a 4 años.
La segunda cuestíon se refiera a que las redes están inundadas de supuestos “influencers” que se graban mientras conducen contando su día a día, sus pensamientos, sus inquietude, a veces en bicicleta sin hacer uso del casco, ect… ¿Por qué ellos creen que deben hacerlo en ese momento y no pueden esperar a estar en casa o sin conducir? ¿Tan necesario para ellos es dar ese mensaje en ese instante?
María Collado, psicóloga de especialista en tráfico y seguridad vial, dice al respecto que: La sociedad avanza muy rápido en lo tecnológico, pero nos cuesta un poco más en los valores y en lo mental. Una persona que se ha convertido en influencer debería tener UNA GRAN RESPONSABILIDAD MORAL. La influencia y la fama conllevan una gran responsabilidad, van juntas, y no se deberían separar. Lo que ellos/as hagan va a tener efectos en otros. La razón por la que se graban conduciendo es sencilla: Para ellos no hay peligro. O eso creen. Y ahí podríamos hablar de la percepción del riesgo, de la normalización de la sociedad hacia ciertas conductas, de la ADICCIÓN a las redes sociales, de la impulsividad, del que todo tiene que ser contando, de la falta de reconocimiento, del si no lo muestro es que no existe.
Por su parte, Nuria Pérez, afirma sobre esta conducta que: “El móvil nos ha llevado a cambiar nuestros comportamientos. Lo llevamos a todos los sitios y tenemos que ENSEÑAR TODO lo que hacemos por ese tener que estar “ahí”, todo el mundo tiene una red social”
Sobre este tema tan de actualidad, un estudio de la Fundación Línea Directa sobre el impacto de la adicción al movil en los siniestros viales deja datos muy alarmantes sobre el efecto negativo de los moviles y redes sociales en la conducción:
Para Javier Jaramillo, en este tema, el sistema dopaminérgico puede estar implicado de dos formas: Por un lado: “La búsqueda de la fama y el reconocimiento en las redes sociales puede activar el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina cuando obtienen likes, comentarios y seguidores”. Por otro, “la ATENCIÓN CONSTANTE DE SU AUDIENCIA puede actuar como una recompensa continua, que mantiene activado el sistema dopaminérgico del Influencer”.
La última cuestión es que las redes están llenas de mamás y papás Influencers que graban a sus hijos menores sin silla de seguridad (debiendo llevarlas), haciendo mal uso del sistema de retención, permitiendo que los niños vayan en el coche sueltos, sin cinturón, ect… Muchos de ellos reciben a veces como regalos los sistemas de retención infantil que salen en esos videos y su idea de “publicitarlos” es grabando esos videos poniendo en grave riesgo la vida de sus pequeños. Pero si algún seguidor le dice que está cometiendo una ilegalidad, que no es la forma de llevar seguro a su hijo, la respuesta del Influencer oscila entre el bloqueo, respuestas tipo “es mi hijo y nadie mejor que yo sabe cómo llevarlo” ect… y la reprimenda a ese seguidor “crítico” del resto de seguidores afines.
Le hemos preguntado a nuestros psicólogos sobre si debería de haber una forma de poder denunciar a estas personas por esas acciones, ¿Pensáis que estos Influencers han recabado información sobre la seguridad que pueda otorgar el sistema de retención infantil o como es regalada ni han pensado eso? ¿Qué opináis sobre que debería hacer la marca que le ha regalado la silla y esta persona hace un uso tan malo e incorrecto de la misma? Porque a veces es la propia marca quien le da difusión a esas imágenes…
María Collado opina que: “Enfocarse únicamente en denunciar esas acciones no sirve de mucho. Una denuncia debe ir acompañada de una explicación para que la persona pueda entender cuál es el riesgo de sus acciones y debe ser recibida como una “ayuda” o percibir la utilidad en prevención de la misma. Diferente es la denuncia a la crítica social. Esta segunda, a pesar de que no tiene por qué ir acompañada de una explicación, tiende a crear una reflexión por parte de la persona que la recibe, al fin y al cabo, somos seres sociales y nos importa mucho lo que digan los demás.” Sobre la marca o fabricante que ha regalado la silla, nos comenta que: “La marca en primer lugar debería hacerse responsable de la información, por lo menos básica, que le da a la persona sobre su uso y seguridad, tomando las medidas oportunas para que la prevención sea efectiva, pero, ante todo, para ello, la marca debe tener la información adecuada y estar sensibilizada y concienciada, cosa que si difunde imágenes da a entender que no lo está.”
.jpg)
Para Nuria Pérez, que además de Psicologa es educadora y formadora, experta en gestión y dirección de la Seguridad Vial, esta acción demuestra que: “Falta mucha información y quiero pensar que si los padres ponen una silla indebida es porque no saben el peligro que conlleva. Se les tiene que informar, pero no desde la crítica sino desde la práctica constructiva. “tu hijo necesita esta silla por......”. Efectivamente las marcas quieren la máxima difusión posible, pero si se hace un mal uso de su producto deberían implicarse. No todo vale, tendrían que ponerse en contacto con el usuario y repito e insisto, información. Si un padre sabe que su hijo puede morir por su imprudencia es de locos que siga haciéndolo”.
Este tipo de acciones (llevar a los niños sin Sri o llevar mal instalada la silla, por ejemplo) es motivo de sanción: 200e y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir.
Si ves en tus redes sociales este tipo de acciones, no dudes en denunciarlo a la Guardia Civil a traves de la cuenta de correo Colabora@guardiacivil.org. Solo tienes que ci¡opiar en Link donde se vea esa esa acción y los agentes de la Guardia Civil iniciaran las acciones pertientees para imputar un delito contra la seguridad vial o confeccionar un boletin de denuncia.
Nuestros psicólogos lo tienen claro: Formación e información. En este sentido, unas campañas publicitarias de la DGT sensibilizando profundamente sobre este tema podrían poner el foco en una realidad que cada día se ve más en nuestras carreteras: el abusivo uso de los teléfonos móviles y las redes sociales mientras se ejerce la conducción. Y como último remedio, incrementar las sanciones a los conductores que sigan realizando estas prácticas que ponen en peligro tantas vidas.